Ruta del alba |
La Ruta parte del pueblo de Soto de Agues y sigue las márgenes del río Alba para internarse luego en las espectaculares Foces de Llaímo, recorrido integrado en la Red de Rutas de Pequeño Recorrido del Principado de Asturias, con la clave PR.AS-62, y puede ser realizado en unas tres horas de cómodo paseo.
El desfiladero del Alba es un tramo sumamente angosto y espectacular excavado por el río al poco de iniciar su trayecto desde su cabecera, recorrido por una senda peatonal, en muchos casos tallada en la roca. El agua, que en época de deshielo baja impetuosamente formando cascadas y causando un proceso erosivo responsable de la formación de la hoz o desfiladero, es el elemento que contribuye a realzar un entorno de singular belleza y a conformar un espacio de gran espectacularidad.
Desde su nacimiento en los altos de la Sierra de Collarroces a su desembocadura en el embalse de Rioseco, el Alba corta perpendicularmente las estructuras geológicas, permitiendo observar excelentes secciones de los diferentes tipos de roquedo, de naturaleza silícea -cuarcitas, areniscas y lutitas- o calcárea -calizas de montaña y griotte-.
Así, a lo largo de la ruta se alternan los relieves suaves de las zonas de litología más blanda y las grandes paredes rocosas casi verticales donde el Alba ha seccionado limpiamente el roquedo para formar un desfiladero de extraordinaria belleza. Destacan los paisajes humanizados, de castañedos, praderías y pequeños rodales de roble albar de las cercanías de Soto de Agues y las zonas más naturales situadas al interior, la desnudez de la roca a lo largo de las foces y la espesura de los hayedos del monte Llaímo.
En otros tiempos, la vía del Alba fue utilizada por los pastores y arrieros coyanos para alcanzar el valle vecino del Aller y posteriormente para la evacuación del hierro procedente de la mina Carmen, en pleno monte de Llaímo, que era transportado hasta Rioseco para su embarque en un pequeño ferrocarril actualmente desmantelado.
El tramo de mayor belleza es sin duda el de las Foces de Llaímo que discurre entre altas paredes verticales, de cuarcita al principio y calizas después, entallado a lo largo de voladizos excavados en la roca y bordeando un arroyo torrencial en el que se suceden pozos, rápidos y cascadas de hasta diez metros de altura. A lo largo del trayecto, el camino cruza dos pequeños puentes de medio punto construidos en mampostería de piedra caliza que apoyan el arranque de sus arcos sobre las paredes del roquedo: La Pontona, primero y el puente de La Resquiebra, después. Se alcanza así el final de las foces en la Cruz de los Ríos, abriéndose repentinamente el paisaje a un paraje de praderas dominado por la frondosidad de los hayedos de Llaímo y las alturas de El Retriñón (1.862 m), vértice de los concejos de Aller, Caso y Sobrescobio.
Temático. Asturias.
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